Según Pablo Giustetti, gerente comercial de Verdesian LifeScience, el desafió es aumentar la productividad desde la sustentabilidad.
Esta empresa llegó a la Argentina hace 3 años para ofrecer soluciones innovadoras que promuevan la agricultura sustentable y brinden a los productores tecnologías que les permitan producir más y mejores alimentos haciendo uso eficiente de los nutrientes.
«Desde el año 1961, la producción de alimentos crece de manera sostenida producto del crecimiento demográfico, sin que eso implique un proporcional crecimiento de la superficie sembrada. Lo que ha aumentado y se ha optimizado son la productividad y los rindes de los cultivos, por el uso de tecnologías (genética, fertilización y fitosanitarios) de manera eficaz» asegura.
En diálogo con Campolitoral, apuntó a que el desafío a futuro es que la población mundial va a seguir creciendo y estamos llegando a un amesetamiento de la producción. «Las tecnologías aplicadas todavía presentan un potencial de crecimiento si son acompañadas de tecnologías que las hagan llegar de manera eficiente y sustentable».
Según Giustetti, para el caso fertilización esto ha jugado un rol fundamental; y muestra que los métodos tradicionales han sido superados por tecnologías que reducen las pérdidas que se dan por lixiviación y volatilización, y promueven el cuidado del medio ambiente evitando perjuicios, como el bagazo en el Caribe o el efecto invernadero.
Impacto económico
«Estas tecnologías que ya están en el mercado tienen un impacto económico por si mismas que rondan en una tasa interna de retorno de 8 a 19 dólares por cada dólar invertido por haber comprado las mimas».
«Buscamos brindar al productor soluciones sustentables de un amplio espectro, que repongan los nutrientes y cuiden el medio ambiente, el suelo y, además, brinden a la planta los nutrientes necesarios para reducir la brecha entre los rendimientos reales con el potencial les ofrece la genética». Cierra Giustetti.
Un momento óptimo
«Estamos en un momento óptimo para lo relacionado a los biológicos, y con tecnologías que hagan eficiente el negocio del productor. Los biológicos como los promotores de crecimiento como fertilizantes fungicidas e insecticidas son una rama muy interesante, que hace más eficiente el negocio», afirma.
«La eficiencia es el lema de la organización, eso sale que en los últimos 70 años hacer eficiente los sistemas productivos fue una clave de la agricultura. Desde 1950 la producción de alimentos ha crecido muy por encima del crecimiento de la población en cantidad y calidad. La clave estuvo en el aumento de la productividad, usando tecnologías genéticas, variedades, selección, resistencia a enfermedades, los fertilizantes químicos, después evolucionamos con los fitosanitarios para el control de plagas y enfermedades».
Giustetti destaca que con el monocultivo fueron surgiendo las resistencias, y además las tecnologías no evolucionaron de manera pareja. «La genética de la soja tiene un potencial de 100, pero obtenemos 70, hay una brecha de crecimiento. De ahí que sea clave el uso de la información y de la eficiencia. Argentina es un mercado exigente y adopta rápidamente los productos que significan cambios superadores», destacó.
Un producto para cada necesidad
En este sentido, remarcó que el productor argentino cuenta con productos innovadores que hacen eficiente el uso de los fertilizantes. Como, por ejemplo, los polímeros que, en un primer momento, solamente, mejoraban la volatilización y hoy tecnologías, como Verdesian Nue Charge, disminuyen el impacto en el medio ambiente tanto por volatilización, lixiviación y/o denitrificación cuidando el entorno y dando más nutrientes a las plantas aumentando la performance del fertilizante dando un rendimiento que se acerque al potencial que le da la genética.
«Además, hay soluciones para los distintos tipos de fertilizantes de nitrógeno y fóstoro, líquidos o sólidos, que aumentan su performance».
En el caso de la urea se utiliza Verdesian Nue Charge, que actúa como escudo protector de la molécula de Nitrógeno, reduciendo su pérdida y aumentando los rendimientos.
Mientras que cuando se aplica fertilizante nitrogenado líquido se puede usar Verdesian Nutrisphere N, un polímero que actúa como una resina que protege al nitrógeno interactuando en el intercambio catiónico y reduciendo las tres formas de pérdida natural del N.
Por su parte, el fósforo es un nutriente que queda retenido en el suelo, y tecnologías, como Verdesian Avail, ofrecen un tratamiento único que actúa como escudo protector de la molécula de fósforo, aumentando su disponibilidad y logrando así un mayor rinde de la inversión que hace el productor y que queda para futuro.
Por último, para las tecnologías biológicas que favorecen al sistema para potenciar desde adentro a la planta, hay productos como Verdesian Preside que tienen una molécula patentada natural y microorganismos que hacen que sea mucho más eficiente el rol de la planta tomando los nutrientes necesarios para su crecimiento.