En la zona de Ongamira «no se salva nadie». Denuncian que también atacan a los terneros recién nacidos

La irrupción de esta especie exótica sigue generando dolores de cabeza a productores cordobeses. «Yo me muevo en la parte más alta de las Sierras Chicas, cercano al Uritorco al este, en una distancia que va más o menos de Cruz Chica hasta Ongamira o hasta el Río Sauces, y allí es algo impresionante como ha crecido la población de jabalíes», le dice Juan Fernández a El Campo Hoy.

«Yo creo que aprenden a comer carne de las osamentas, y por eso a las vacas recién paridas ya han empezado a quitarles los terneros. Esto lo estamos sufriendo todos, no hay nadie que haya zafado del jabalí en toda nuestra zona, tanto agrícola como ganadera.»

Según opinó, «sabemos que son los jabalíes, porque cuando el puma ataca, siempre deja vestigios, siempre queda alguna cosa o se ven pájaros cuando vos te falta el ternero. Pero si no encontrás nada, es que se ha comido todo, y ese alguien para mí son los jabalíes».

Por otro lado, lamentó que el drama se sigue extendiendo. «Yo pienso que cuando los lechones son muy chicos y todavía no salen de las cuevas o de los nidos, pero al poco tiempo ya caminan y disparan con lo cual ya empiezan a andar con las madres. Te aseguro que ningún productor ni agrícola ganadero está ajeno a este drama».

Además, no es un problema fácil de combatir. «En países vecinos como Brasil lo tienen hace mucho tiempo y no es fácil de combatir. La gran diferencia con el pecarí es que el pecarí no hace daño y desteta dos crías al año (cuando mucho) y estos destetan 10 o 12, y tienen dos crías por año o una y media seguro de promedio. Además, el jabalí se cruza con los chanchos de las casas, con el cerdo doméstico, entonces es muy común ver jabalíes que vienen a servir las chanchas caseras».

Para Fernándex, un cazador a lo sumo puede agarrar uno o dos chanchos grandes, unas chanchas o algunos lechones, pero hay piaras de 80 a 100 chanchos. «Es un espanto, además, la cacería es un tema complicado, y hay muchos cuentos de accidentes. Yo creo que hay más jabalíes que liebres hoy. Hoy ver jabalíes por el campo es una cosa cotidiana», lamentó.