Con empresas de biodiésel y un municipio, Misiones lanzó un clúster donde se apunta a hacer eficiente la recolección del producto utilizado por familias y locales gastronómicos.
OSADAS.- Dos empresas y un municipio del interior de Misiones, que producen biodiésel con aceite vegetal usado de desecho de cocinas y locales gastronómicos, lanzaron el Clúster del Aceite Vegetal. Impulsan un mecanismo que potencie los circuitos de recolección del aceite vegetal usado en hogares, empresas y locales gastronómicos. Misiones tiene la nafta más cara del país con la premium en 1300 pesos el litro. Para el gasoil, en tanto, ahora apuesta al biodiésel con el recurso del aceite usado.
“Europa necesita aceite para sus propias plantas, ellos privilegian la producción de alimentos, entonces compran el aceite en otros lugares. Hay recolectores que buscan el aceite, por ejemplo, en un restaurante. Le dan algo de dinero al cocinero y van acopiando, lo filtran y lo envían para allá”, explicó a LA NACION Hugo Saldivia, gerente de Intacto Welty, una planta procesadora que se inauguró el año pasado en el Parque Industrial de Posadas. El clúster se lanzó con diputados provinciales en la Legislatura donde se impulsa una ley para potenciar el reciclado del aceite.
Intacto Welty, la firma de Saldivia, elabora jabones, briquetas (con aserrín y borra) y también biodiésel, que produce para consumo propio por ahora. “El tema es poder escalar la producción, para lo cual necesitamos más materia prima”, explicó Saldivia. Otro potencial uso es para las empresas constructoras que hacen brea, de manera que puedan reemplazar al combustible que compran a las petroleras.
En Misiones el pionero en la producción de biocombustibles es el empresario del transporte Sergio Prox, de la localidad de San Vicente. En 2019, también a partir del encarecimiento del gasoil que generó la eliminación del precio diferencial a ese combustible para las empresas de transporte, Prox avanzó con una planta para elaborar su propio biodiésel. Al poco tiempo se transformó en la primera empresa de la provincia en alimentar parte de la flota de unidades de Expreso Prox, que sirve a las localidades del Alto Uruguay y el Alto Paraná en Misiones.
Para acopiar aceite usado de cocina, el gran cuello de botella de estos emprendimientos, Prox desarrolló una extensa red en escuelas, clubes y hasta iglesias para que se sumen al reciclado del aceite. Como un incentivo, les reconoce 150 pesos por cada litro y muchos chicos pueden así pagarse sus viajes de estudio en los servicios que presta la empresa. “Es muy malo para el medio ambiente que se tire el aceite, nosotros así cuidamos el medio ambiente y abaratamos los costos. Es el aceite vegetal que utilizamos todos los días para las frituras, una familia tipo tira entre 600 a 700 mililitros por mes, la cuestión es armar la red para recoger esa materia prima”, explicó Prox. El empresario del transporte también elabora un champú biodegradable que utiliza para lavar sus unidades.
Ante una consulta sobre el costo de este biodiésel comparado con el diésel que se compra en las estaciones de servicio, Prox señaló: “Hay un ahorro del 50% porque se usan muchos aditivos químicos para desgomar el aceite para que sea apto para biodiésel. Si se utilizara un aceite virgen es un solo paso para hacer biocombustible, con el aceite usado hay que hacer dos pasos; agregando los aditivos químicos queda a mitad de precio”.
En el caso de Prox, su planta, que es considerada la de mayor tecnología, tiene una capacidad para producir 90.000 litros por mes y actualmente están produciendo 10.000 litros por mes. “Con este convenio de recolección esperamos incrementar la producción”, aventuró.
Impacto
“El clúster es un equipo para la recolección de aceite usado. Nosotros hace tiempo estamos haciendo biodiésel y el inconveniente más grande es la materia prima; usábamos aceite crudo, pero el precio se puso imposible”, dijo Carlos Kott, intendente de Puerto Rico. En 2020, ese municipio puso en marcha su propia planta de biodiésel a partir del aceite vegetal. Llegaron a autoabastecerse hasta el 80% de las necesidades de su flota de automóviles y camiones, destinados a tareas como recolección de residuos o mantenimiento de la extensa red de caminos rurales. “Elaborábamos entre 10.000 y 15.000 litros por mes, pero hoy estamos en 3000 a 3500, para nuestras necesidades es muy bajo. El Municipio de Puerto Rico, en un día movido de trabajo consume 1000 litros; necesitamos generar más”, señaló Kott.
“Cada litro de aceite puede contaminar más de 1000 litros de agua y obstruye el sistema cloacal y un montón de problemas más”, dijo Rafael Pereyra Pigerl, presidente de la Comisión de Asuntos Naturales y uno de los impulsores del clúster. “El empleo verde es la nueva matriz que viene, Misiones es un ejemplo en su política de Estado, con sus recursos naturales”, destacó.
En el lanzamiento del clúster también estuvieron, en el Salón de las Dos Constituciones de la Legislatura, la presidenta de la Comisión de Presupuesto, Suzel Vaider; el ministro de Industria, Federico Fachinello; el subsecretario de Economía Circular, Fernando Santa Cruz, y la subsecretaria de Industria y Tecnología, Graciela de Moura. Por su parte, al Gobierno de Misiones le interesa que se desarrollen estas iniciativas para seguir moldeando su estatus de “provincia verde” con la mayor biodiversidad del país con el 52%.