Luego de tres días, las empresas argentinas reportaron duras negociaciones con compradores europeos debido a la baja en el consumo que genera el auge vegano y el cambio climático asociado a la ganadería. Por suerte están los chinos.
El auge del veganismo y la acusación de ser una de las principales causas del cambio climático empiezan a tener consecuencias en el mercado internacional de carne bovina. Las 30 empresas argentinas que participan de ANUGA, la feria de alimentos más grande de Europa, sintieron la presión que ejerce en los precios la caída del consumo de carne en el viejo continente y sólo la intrusión de compradores chinos pudo compensar esa tendencia.
“En un momento determinado la presión bajista era muy importante por parte de los importadores europeos y aparecieron los chinos con valores que competían con los precios de cuota Hilton para cortes de alta calidad y eso obligó a que los europeos subieran sus cotizaciones por encima de los u$ s 10.000”, dijo desde Alemania el vicepresidente del IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna) Jorge Torelli, quien de todos modos ratificó que la plaza europea “sigue complicada”.
Esas dificultades -indicó el ejecutivo- obedecen a que “el consumo está descendiendo”, una situación “para atender y no despreocuparse” por parte de la industria. “Aquí hay mucha presión de grupos ambientalistas y vegetarianos, con quienes no hay que ir al choque sino explicarles a los consumidores las condiciones de producción que tiene nuestro país y que no somos los malos de la película”, precisó. La estrategia que propuso es utilizar argumentos “con base científica” y “sin ofender” al consumidor.
La presencia de compradores chinos es una novedad en la feria y se ha producido en el momento justo. Porque también ayudaron a sostener los precios de la mercadería kosher que se negocia con los compradores israelíes, ya que compiten por los mismos cortes del cuarto delantero. “Los precios se ponen muy volátiles e Israel ahora tiene una vara en la cual medirse que es el mercado chino, que está muy demandante de cortes parecidos y sin tantas exigencias religiosas; esto va marcando una tendencia bastante interesante para entender este mercado mundial que hoy está muy raro”, dijo Torelli.
Luego de tres días de negocios en la feria, que se inició el 5 de octubre y finaliza mañana en Colonia, las empresas argentinas reportaron algunos precios de referencia pactados con sus clientes. La tonelada refrigerada de Rump and Loin de la Cuota Hilton se está negociando a unos 10.000 dólares, un precio bajo pero que estaba previsto dado el movimiento del mercado en los últimos meses. En tanto, la tonelada de delantero kosher para Israel –con valores estables- ronda los 7.000 dólares. China, por su parte, sigue pagando buenos precios. El denominado «full set» de 23 cortes se ubica en torno a los 5.700/5.800 dólares la tonelada congelada sin hueso, los cortes del delantero entre 5.800 y los 5.900, la rueda los 6.200 y el shink/shank (garrón y brazuelo) los 6.700 dólares.