Aunque la semana tuvo muy poca actividad agrícola, a causa de la inestabilidad climática, la oleaginosa sumó más de 130.000 hectáreas y avanzó 13% sobre el área estimada, que -de completarse- sería récord. La sucesión de precipitaciones ayudó a evitar daños por planchado, tras las abundantes lluvias de la semana pasada.
Afortunadamente, la sucesión de precipitaciones impidió que se produzca el temido «planchado» en lotes de soja recién sembrados, que la semana pasada recibieron chaparrones de entre 50 y más de 100mm. El término correcto de este fenómeno es «encostramiento» y consiste en el endurecimiento de la capa de arcilla o limo que recubre el lote luego de un encharcamiento, impidiendo la emergencia de la plántula una vez que germinó la semilla. Las nuevas lluvias -en general- impidieron ese «endurecimiento» e hicieron posible los nacimientos, aunque en algunas zonas igualmente hubo daño por anegamientos.
«Hubo planchado, pero volvió a lloverles a los lotes y ya pasaron 5 o 6 días durante los cuales la semilla ya germinó y desarrolló raíz y cotiledones «, dijo a Campolitoral el director del SEA, Rubén Walter.
Sin embargo, ahora está por verse qué pasará con los últimos lotes sembrados antes de las tormentas de esta semana (21 y 22 de noviembre). «Ahora habrá que ver qué ocurre cuando se estabilice el clima, salga el sol y sople el viento sur; si secan muy de golpe esos dos primeros centímetros, vuelve a generarse esa costra dura que condiciona la emergencia«.
Walter mencionó que en la semana hubo dos o tres días de actividad de siembra, particularmente en el oeste provincial y algo en el norte, donde hubo menos milimetrajes y en potreros con buen manejo de rotación, que permitió buena absorción del agua, tuvieron piso para avanzar con las labores. «Se sembró porque ya empiezan a quedar pocos días de ventana óptima de soja de primera (se cierra entre fines de noviembre y principios de diciembre); luego, cambiarán el ciclo a cultivos de segunda», explicó.
El reporte SEA muestra cómo se trabajó a destajo en General Obligado, con siembras diurnas y nocturnas. Y también exhibe los efectos de las tormentas en Castellanos, con imágenes de lotes anegados en pleno nacimiento de la oleaginosa. Según el relevamiento, la siembra en el centro norte provincial sumó 136.500 hectáreas en la semana, hasta alcanzar las 504.000; 48% de la proyección que asciende a 1.050.000 hectáreas.
Walter mencionó que en la zona central de la provincia, en el departamento Las Colonias, fue la más complicada tras el temporal del 15 de noviembre. Sobre todo en lotes con poca cobertura, «las sembradoras se quedaban encajadas; marcaban huella, no trabajaban los discos abre surco, se hacían huellones y a los 10, 20 o 30 metros sacaban la máquina para no enterrarse y quedar ahí», describió. En esos lotes, donde ahora volvió a llover, «hasta la semana que viene no vamos a tener piso para que sembradoras y tractores retomen el trabajo sin romper los campos», anticipó. «Esto será lo que regule desde mañana las labores».
Desde la Sociedad Rural de San Carlos, Roberto Rey delimitó el área comprometida. Distritos como Las Tunas, donde también hay trigos sin cosechar bajo agua; Franck, Esperanza, San Carlos Norte, San Jerónimo Norte; y San Jerónimo del Sauce. Tras los más de 100mm de la semana pasada, «quedaron las sembradoras bajo agua», dijo. Y relató que, en su caso, esperaron hasta el lunes para retomar el trabajo «pero no nos animamos» por la proximidad de la tormenta. «Afortunadamente, porque volvieron a caer más de 100mm», indicó.
Rey también comentó que en su tambo en San Carlos Norte «tenemos todo bajo agua». Y añadió: «venimos complicados, porque arruinó todo: alfalfas cortadas, lotes de soja anegados que tendrán que resembrarse; es increíble, pasamos de un extremo al otro», en referencia a que pocas semanas atrás aún padecían los efectos de la sequía.
