El balance de la edición de ExpoAlfa es más que positivo por la calidad y cantidad de
asistentes. «La reina de las forrajeras» fue el eje del debate para que la cadena
productiva vuelva a encontrarse y coordine acciones para su fortalecimiento. Hay que
seguir trabajando en post de aprovechar las oportunidades que nos ofrece el mercado
interno y el externo con sus demandas.

Poner la alfalfa en «el centro de la escena nacional», no solo era una frase marketinera,
era el «norte» que nos habíamos puesto desde la organización. Durante dos jornadas,
sucedió.

¡Objetivo cumplido! Es lo primero que manifestamos desde ExpoAlfa 2024 al conocer los
números, recibir las devoluciones, analizar y evaluar el evento con el correr de las horas
y con mayor serenidad.

En la vorágine del minuto a minuto, quizás no tomamos real dimensión del significado de
volver a reunir a cada uno de los integrantes de la cadena alfalfera. Productores,
comerciantes del heno, ingenieros, técnicos, disertantes y empresas se dieron cita en
Esperanza.
Visitantes de distintos puntos del país, de la mayoría de las provincias, y otros de Brasil,
Japón, Uruguay, Estados Unidos, Colombia, México, entre tantos, fueron parte de la
propuesta.

La alfalfa permitió a los integrantes del proceso productivo reunirse, estudiar, analizar y
observar que se necesita para seguir creciendo y poder dar respuesta a una demanda
que cada vez es mayor. El mundo demanda alimentos, nosotros debemos producirlo; no
podemos seguir mirando para el costado y lamentarnos.

Es hora de que cada una de las partes de la cadena entienda que, para poder crecer, el
sector necesita unión y trabajo colaborativo. De esa manera podremos mejorar la calidad de la alfalfa destinada a pastoreo, henificación y exportación. Con esa
concepción desde la organización se invitó a todas las organizaciones, empresas,
instituciones, voceros y disertantes para que emitieran su opinión y sus conocimientos.
La organización de ExpoAlfa entiende que, con los 3.000 mil asistentes calificados,
podemos decir que el evento no solo fue exitoso desde el número, sino desde el aporte
académico, con disertaciones de alto nivel, con charlas para estudiantes con muchos
jóvenes en la UNL (250), para productores en la Sociedad Rural (350); pero también con
la muestra estática y jornadas nacionales de alfalfa (1.700 inscriptos), ronda de negocios
(55 asistentes) y dinámica maquinarias (600 personas) que jerarquizaron el evento.

Sobre la Ronda de Negocios, tenemos que decir que también superó nuestras
expectativas y obligó a la organización a ampliar el espacio que se pensó para la
organización de la misma.

Nuestro país destina un gran número de hectáreas a producir alfalfa, pero necesita
incorporar tecnología, sumar experiencia y retroalimentarnos para poder lograr ser una
potencia que no solo exporte, sino que produzca calidad para traducirlo en fibra que
impactará en una mejor leche, mejores quesos y mejor carne.

A la calificada asistencia, tenemos que sumarle los datos de redes sociales con envíos de
mailing que tuvieron una apertura promedio del 18 por ciento sobre cada 10.000, con
más de 184 mil visualizaciones en redes sociales (Instagram y Facebook) que estuvieron
compartiendo la información y los momentos del evento durante los últimos 30 días. A
ello, debemos sumarle un amplio feedback con empresas, público en general y medios
de comunicación de alcance regional, provincial y nacional que fueron reportando lo
sucedido los días 13 y 14 de noviembre.

Con estos datos, podemos decir que la edición fue un éxito. Entendíamos que el sector
necesitaba un espacio para reencontrarse, para mostrar, para debatir y para sumar
conocimiento. Desde TodoCampos y la FCA – UNL lo entendimos y lo materializamos.
Siempre uno piensa que podría haber sido mejor todavía. Pero el contexto de sequía
primero que impidió sembrar los plots de semillas, la falta de maquinarias, el contexto
económico en el momento de las decisiones, la atomización del sector y otros motivos,
hicieron difícil parar un evento de estas características.

Cabe destacar que todo el trabajo realizado no se podría haber impulsado sin la
colaboración de las empresas que sumaron un aporte fundamental, como así también de
los disertantes que aportaron su conocimiento para darle un valor aún mayor y poner a
la alfalfa en el centro de la escena nacional.