Durante el encuentro de productores como cada año con sede en Nicanor Otamendi, Buenos Aires, se presentaron las cifras de producción papera para el año 2025 en el sudeste de la provincia.
La jornada contó con la asistencia de muchos productores ávidos de conocer las cifras que arrojó el relevamiento satelital que cada año elabora a pedido de la Federación Nacional de Productores de Papa, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Según los datos relevados la superficie agrícola total en la zona sudeste registró un incremento significativo del 9,7%, pasando de 34.815 hectáreas en 2024 a 38.177 hectáreas en 2025.
Entre los partidos que lideran estos aumentos destaca Tandil con un crecimiento del 237%, al elevar su área sembrada de 263 a 887 hectáreas. Le sigue General Alvarado con un incremento del 41,9%, pasando de 425 a 603 hectáreas.
Otros partidos que también tuvieron aumentos importantes fueron Azul con un 18,4% (de 1.424 a 1.685 ha), Lobería con 17,6% (de 4.529 a 5.323 ha), Necochea con 15,7% (de 7.279 a 8.420 ha) y General Pueyrredón con un incremento del 8,5% (de 5.522 a 5.993 ha).
Por su parte, Benito Juárez y Balcarce registraron incrementos más moderados: 1,5% (de 8.596 a 8.728 ha) y -3,6% (disminución de 6.777 a 6.534 ha) respectivamente, siendo este último el único partido con reducción de superficie agrícola respecto al año anterior.
Este crecimiento generalizado refleja una dinámica positiva para la producción agrícola en la región, mostrando señales alentadoras para el sector.
Del encuentro participaron el ministro de Desarrollo Agrario de Buenos Aires , Javier Rodríguez, Luca Magnano , presidente de Coninagro y Mario Raiteri, secretario de la entidad cooperativa, y representantes nacionales de la Federación, entre los que se encontraban Alfredo Pereyra y José Linares, presidente y vice respectivamente como así también Pablo Catafesta presidente de la Asociación de Semilla de Papa de la Provincia de Buenos Aires, entre otros.
Expectativas de rentabilidad
Al hacer uso de la palabra Pereyra dijo que la crisis de rentabilidad está afectando a los productores del sudeste bonaerense y que la expectativa general es moderada, debido al impacto de las últimas lluvias sobre la cosecha. «Pensamos que tenemos una buena cosecha, pero estas últimas lluvias nos van a sacar algo de producción. Siempre soy muy optimista, quizás demasiado optimista a veces, pero tenemos que ir tranquilos, despacio; los precios no nos acompañan ahora, pero realmente no tenemos que apurarnos porque va a ser un buen año», señaló reafirmando su confianza en una pronta recuperación.
Sin embargo, Pereyra reconoció que los productores agrícolas del sudeste bonaerense enfrentan actualmente una severa crisis, derivada tanto de factores climáticos como de variables económicas complejas. «Estamos atravesando un problema muy severo” , afirmó el dirigente.
Durante el inicio del mes de marzo las adversas condiciones climáticas afectaron significativamente la producción, reduciendo el volumen de productos que llegaban a los centros mayoristas y provocaron aumentos, en muchos casos injustificados en los precios finales para los consumidores.
“Estas variables no implican una solución para los agricultores, ni mucho menos, tenemos la necesidad de lograr precios constantes que permitan ganancias a los productores y al mismo tiempo que sean accesibles para el consumidor final”, sostuvo Pereyra.
En los últimos años, el productor bonaerense ha soportado variables macroeconómicas que generan inestabilidad en su proceso productivo. «Los precios de los insumos juegan un rol preponderante en el costo final del producto. Sumado a ello, la fuerte carga impositiva nacional, provincial y municipal, como así los avatares del clima generan un combo difícil de sobrellevar«, explicó Pereira.
A pesar de este contexto complejo, los productores mantienen el optimismo y continúan apostando por su actividad, impulsados por la pasión de producir alimentos. «El productor sigue apostando, sigue creyendo, porque es toda una vida dedicada a esa pasión que es producir «, destacó Pereira.
De todas formas es importante destacar que la producción de papa es un componente clave en la alimentación cotidiana de los argentinos. Esta problemática actual podría poner en riesgo la sostenibilidad de esta actividad, generando dificultades adicionales para los productores en la planificación y ejecución de la próxima campaña, como así también en el suministro diario de los millones de consumidores.
Agregado de valor
Durante el encuentro , el titular de la cartera agraria bonaerense, Javier Rodríguez afirmó “ en la provincia de Buenos Aires queremos una producción con productores que agregue valor, que sea sustentable y que incorpore ciencia y tecnología. Por eso trabajamos con un conjunto de políticas diferenciadas y que tienen en cuenta la realidad de cada sector productivo».
«A veces tomamos la sustentabilidad como una obligación, como algo que se nos impone desde afuera. Creo que cualquiera que efectivamente conoce la producción entiende que hay que ser sustentables por una cuestión de rinde, de fortalecimiento de las capacidades, pero también es una oportunidad de marcar un diferencial positivo. Por eso yo creo que nosotros tenemos que abordar el tema de la sustentabilidad entendiendo que puede ser una forma de mejorar nuestra propia competitividad«, afirmó Rodríguez.
Presencia cooperativa
Lucas Magnano , presidente de Coninagro, al hacer uso de la palabra afirmó «es un gran orgullo estar aquí representando a todas las federaciones de Coninagro. Esta visita nos deja importantes aprendizajes para reforzar nuestro compromiso de trabajo, no solo con la Federación sino con todos los productores involucrados en esta actividad clave» .
El titular de Coninagro resaltó la relevancia estratégica del sudeste bonaerense en la producción nacional de papa: «esta región cumple un rol fundamental a nivel nacional, y nuestro deber es apoyar y acompañar permanentemente a quienes sostienen esta actividad esencial».