Respecto del ciclo previo, en 2022/23 la productividad media por hectárea creció 7%. Sin embargo, el área sembrada retrocedió 18% y el volumen de grano cosechado disminuyó 12%. A nivel nacional se sintió el impacto de la sequía en provincias como Corrientes y Entre Ríos, por lo que la cosecha nacional fue la peor en 13 años.
Por otra parte, la entidad bursátil y sus pares de Chaco y Entre Ríos, más la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, difundieron el balance nacional del sector arrocero en el ciclo 2022/23. La superficie cultivada registró una caída del 16 % (34.800 ha). Y aunque el clima seco, como ocurrió por tercer año consecutivo a causa de La Niña, es favorable al cultivo, «se registraron severos inconvenientes en las labores de riego que provocaron la pérdida del 9 % (17.150 ha) del área sembrada».
«La impactante sequía consumió el agua de las represas», complicando la actividad en Corrientes. Mientras que «la temperatura, fue otro factor de alto impacto en el rendimiento», sostiene el reporte.
Además, el rendimiento promedio registró una caída interanual del 3 % (234 kg/ha), mientras que, en relación al promedio del último lustro la merma fue del 2 % (151 kg/ha).
En este punto, los datos de Santa Fe se diferencian de la media nacional, dado que los 6.594 kg/ha de rinde promedio fueron 7% superiores a los 6.178 de la campaña anterior. A nivel nacional la productividad por hectárea bajó 3% (6.783 vs 7.017kg/ha), al igual que en las principales provincias arroceras, como Entre Ríos (-7%) y Corrientes (-5%).
El informe destaca que la provincia de Santa Fe abarcó el 14 % del área implantada y el 15 % en la producción nacional. Mientras que la superficie no cosechada fue el 2 % (600 ha.
El balance final del cultivo de arroz en Argentina, agrega «un dato importante de observar», como es que el tipo comercial largo fino abarcó aproximadamente el 86 % (156.000 ha) del área cultivada, con un rendimiento promedio sobre lo cosechado de 6.975 kg/ha y una participación de la producción del 87 % (980.000 t). Mientras el largo ancho representó el 7 % (12.300 ha), con un rendimiento promedio sobre lo cosechado de 5.424 kg/ha y generó el 6 % (65.900 t) de la producción.
Finalmente, los tipos comerciales denominados especiales, significaron el 8 % (14.000 ha), con un rendimiento promedio sobre lo cosechado de 5.947 kg/ha y englobó el 7 % (74.335 t) de las toneladas totales. La producción tuvo una caída del 21 % (298.865 t) y es la más baja de los últimos 13 años.