El SEA comunicó el final de la trilla de cultivos de primera en la región, con un recorte de casi 47% en el rendimiento promedio respecto de la campaña previa. En los dos ciclos anteriores, también afectados por lluvias debajo de la media, el impacto había sido más moderado.
En su reporte semanal de este miércoles 24 de mayo, el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, dio por concluída la recolección de la oleaginosa en los 12 departamentos bajo monitoreo.
«Los resultados finales reflejaron el impacto del déficit hídrico y estrés térmico que padeció la oleaginosa, en toda el área evaluada». Por estos motivos, el rendimiento promedio alcanzó los 17,3 qq/ha y fue un 46,8% inferior al de la campaña 2021/2022, que había promediado 32,5 qq/ha.
Además, este año la producción total fue de 1.652.998 toneladas, 1.417.192 menos o 46% inferior que las 3.069.415 del ciclo 2021/22.
El informe incluye los datos productivos de las últimas 7 campañas, resumen a partir del cual se observa que los dos ciclos anteriores, también bajo la influencia de La Niña, tuvieron un impacto menor del clima.
Tomando como referencia el promedio de 39qq/ha de la campaña 2019/20, antes del inicio del ciclo seco, la media de 36qq/ha en 2020/21 apenas fue 3qq/ha menor (8% aproximadamente); y los 32.5qq/ha de 2021/22 representaron una caída de 16%. En cambio este año el rendimiento se derrumbó un 55.6% al comparar con el última cosecha bajo condiciones climáticas «normales».
Del mismo modo, el volumen total recolectado en los 12 departamentos no sufrió grandes recortes en las dos campañas anteriores al compararlas con las casi 3.5 millones de toneladas de 2019/20. En 2020/21 apenas bajó 4% (147.000 toneladas) y en 21/22 12% (429.000 toneladas). En cambio, en el ciclo 2022/23 la producción total se redujo 1.845.000 toneladas; 52.7% inferior que la cosecha 2019/20.
El SEA detalló que los últimos resultados se explican por un inicio del ciclo complicado por ausencia de agua útil en la cama de siembra: luego por precipitaciones muy irregulares en su distribución geográfica y en sus montos, que generaron déficit hídrico y estrés térmico e impactaron en los estados fenológicos en que se encontraban los cultivares.
En cuanto a las sojas de segunda en la región, el reporte menciona que la cosecha avanzó hasta el 50% (con un retraso de 20% respecto del año pasado), con rendimientos que continuaron siendo magros: entre mínimos de 3 y máximos de 25 qq/ha.
En los departamentos San Martín y San Jerónimo, entre 6 – 8 qq/ha hasta 14 – 16 qq/ha, con lotes puntuales de 22 a 25 qq/ha. En San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, entre 3 – 5 qq/ha hasta 12 – 15 qq/ha, con lotes puntuales de 17 a 18 qq/ha. Y en Nueve de Julio, Vera, General Obligado y norte de San Javier, 6 – 8 qq/ha hasta 17 – 19 qq/ha, con lotes muy puntuales de 23 a 24 qq/ha.