La reciente sanción de la Ley Ovina a nivel nacional plantea los desafío de toda una cadena que necesita crecer en beneficio de la ruralidad.
Para los Taffarel, la pasión por los ovinos es una cuestión de familia. Según Sergio (h), coordinador provincial de la Ley ovina y caprina, la actividad está en alza, marchando muy bien, aunque reconoce que todavía falta mucho. «Estas carnes tienen muy buena aceptación, los productores están viendo una unidad económica y eso se refleja en los remates. El impacto que tiene en la venta de los animales y la calidad de la carne».
Sin embargo, admite que en Santa Fe hay un punto flaco a la hora de cuantificar el rodeo. Y no saber cuántos animales hay no permite una estrategia eficaz. «SENASA informa 162 mil ovinos y 103 mil caprinos, pero hay medio millón de ovinos y unos 300 mil caprinos», sostiene.
Por eso mismo aprovechó la entrevista de Campolitoral para llamar a la reflexión a los productores a que censen sus animales, y así le den una mayor formalidad a la actividad. «Solo en el acta de vacunación de aftosa ese dato nos sirve mucho, ya que a la hora de desarrollar una planificación estratégica lo tenemos que hacer mirando el territorio y eso es difícil si no tenemos la cantidad real y donde están».
Taffarel hace hincapié en que eso no tiene costo «ni es una persecución: vamos por querer desarrollar mejor y formalmente la actividad. Más del 90 % de la faena se hace debajo de un árbol, cuando se podría hacer con una mayor trazabilidad y rentabilidad», reconoce. Y agrega que acá las salas de faena ven un negocio en faenar ovinos, pero no hay producción de escala, y en vez de ser un negocio pasa a ser un problema: «hay que acomodar esa pata de la mesa».
Estrategias de Estado
Consultado respecto al trabajo que realizan desde el gobierno provincial, destaca que se está implementando una estrategia integral, «donde la producción y el valor agregado con una faena en lugares aptos cierren este ciclo para imponer estas carnes alternativas». El especialista reconoce que todas son herramientas, que no van solas. «Tenemos que traccionar en un todo, desde el Ministerio de la producción estamos trabajando con la herramienta de la Ley Ovina, que se prorrogó por 10 años más y con un monto superior. Recién el año que viene sabremos la cifra exacta para Santa Fe. Si bien se le agregó un cero a la derecha pero estimo unos 50 millones para el año que viene», opinó.
También insiste con el concepto que más productores censados significaría un mayor desembolso, pero eso a nivel nacional. «Por eso a nivel provincial queremos juntar a los productores que trabajen en escala, que sean eficientes, que tengan buenos índices, y todo eso esté formalmente con una boca de expendio con valor agregado».
Ahora viene la fecha de las fiestas con consumo alto de cordero zafrero, pero después apuntan a descentralizar la oferta para contar con estas carnes alternativas con agregado de valor (chuleteados o trozados), para que el ama de casa pueda hacer el plato que ella quiera, y que no sea siempre el costillar asado.
Finalmente, reconoce que para toda su familia, es una actividad que es una excelente alternativa para generar arraigo, dinero, y mano de obra en los campos. «Es un trabajo Intensivo y eficiente porque hoy una hectárea de campo vale mucho dinero y hay que amortizarla. Y este es un recurso de vida porque nos permitió el estudio a toda la familia, y es una hermosa pasión», sostiene con emoción.
Campolitoral
