Las islas frente a Reconquista siguen sumando complicaciones. Denuncian problemas estructurales agravados por la coyuntura. Productores ayudan a recuperar la fauna autóctona.

A la bajante del río y la persistente sequía, se le agregaron en los últimos días las fuertes heladas invernales. El fuego consumió alambrados e infraestructura, por lo que la hacienda -y la fauna autóctona- huye hacia zonas húmedas, y muchos animales quedan empantanados en los pocos charcos que quedan.

En diálogo con Campolitoral, el productor Juan Capozzolo resumió el caos reinante en las zonas ribereñas frente a Reconquista. “Acá hubo incendios como en todos lados, muchos de los cuales fueron intencionales, porque se han visto las lanchas, y nosotros presentamos las denuncias correspondientes”, afirma.

No quedó nada. El fuego liquidó todas las pasturas para la hacienda.

 

Sálvese quien pueda

Según el productor, la situación se torna cada vez más difícil de manejar, y en el manejo diario se hace lo que se puede. “Acá se quemó muchísimo las isla, por lo que los animales empiezan a escapar y van a los lugares con humedad para refrescarse y quedan empantanados. Vamos sacando mucha hacienda en estas condiciones, y también vamos curando la parte de fauna autóctona, sobre todo los carpinchos”.

También detalla que algunos animales se pudieron tirar al gua, pero mucho no, y que sacar un novillo del barro no es una tarea sencilla. “Tenemos que usar un malacate para sacarlos. Ahora estamos amontonando a los que se salvaron. El fuego arrasó con todo. La hacienda se desparramó a donde pudo, es una isla grande y trabajamos con los vecinos. No quedó nada de pasto, y encima cayó una helada muy grande”, agrega.

Para peor, el río está tan bajo que esa hacienda no se puede sacar de la isla. “Los barcos no pueden cruzar porque se encallan. No hay calado ni para andar en lancha. Estamos esperando que llueva, que rebroten las pasturas y salvar la hacienda que podamos. En palabras parece poco pero en los hechos el drama es muy grande”.

 

Zonas liberadas  

Según la opinión de Capozzolo, esta es la gota que derrama el vaso de una realidad con muchos condimentos. “Nunca hubo control; hay asentamientos en tierras estatales; hay casillas de pescadores; de pequeños productores, etc. Prefectura dice que no da abasto, y hay zonas liberadas por la provincia en toda la isla. Nosotros para ir al río tenemos que tener todo en condiciones, pero muchísima gente no”, se lamenta.

Curan los carpinchos 

Mientras tanto, los productores intentan rescatar la fauna silvestre damnificada por el fuego. En los videos, los curan y los liberan nuevamente a la naturaleza.

 

FUENTE: Federico Aguer/Campolitoral

 

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