Lo dijo David Miazzo, Economista Jefe de FADA, en la segunda jornada de JONAGRO. Además, 2,5 millones de empleos se perdieron durante el segundo trimestre de 2020.

En la segunda jornada de JONAGRO, David Miazzo, Economista Jefe de Fundación Argentina para el Desarrollo Agropecuario (FADA) destacó que la cadena agroindustrial explica el 22% del empleo privado argentino en el panel denominado “Desafíos para la generación de empleo agroindustrial”.

“Hace más de 10 años que el país no logra generar crecimiento y una economía que no crece, no es capaz de generar puestos de trabajo», afirmó. Esto se convierte en un «escenario doblemente complicado para los jóvenes» aseguró.

Según un informe de FADA, basado en datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) con base en 31 conglomerados urbanos (ciudades de tamaño medio a grande), la tasa de empleo en el segundo trimestre de 2019, indicaba que el 42% trabajaba. “En un momento de normalidad sólo 4 de cada 10 trabajan, cuando la población en edad de trabajar (entre los 18 y los 65 años) está por encima del 60%”, dijo Miazzo.

En cuanto a la composición de esta muestra, Miazzo explicó que “de estos 4, prácticamente 1 es empleado público. Casi 1 de esas 4 personas trabaja en el sector privado formal (con aportes y obra social), algo más de 1 trabaja en el sector privado informal y no es capaz de aportar al sistema previsional o de salud y algo más de 1 trabaja en el sistema privado de manera autónoma o cuentapropista”.

Respecto de los desafíos y el peso de la carga impositiva en los contribuyentes se desprende que “recaen sólo sobre algo más de 1 o casi 2 de cada 10 personas en el país, si tomamos los cuentapropistas formales, las cargas tienen ser realmente altas sobre esas 2 personas que sostienen o deben sostener todo el sistema”.

En relación al segundo trimestre de 2020, el punto más fuerte de la cuarentena, “1 de cada 3 personas en los grandes conglomerados urbanos trabajaba, mientras que 2 de cada 3 no”.

El estudio de FADA da muestras de la situación de 28 millones de personas de los cuales “12 millones se encontraban ocupadas y en el 2do trimestre del 2020 esa cifra se redujo a 9,5 millones. Estos 2,5 millones de empleos se perdieron entre los asalariados informales y cuentapropistas”, adujo el economista.

Durante la disertación, el referente de FADA expuso que uno de los principales aportes de la cadena agroindustrial es la generación de empleo y divisas. Según el estudio de estimación de FADA, se calcula que 3.700.000 puestos de trabajo se dan en las cadenas agroindustriales, donde una persona puede tener más de 1 puesto de trabajo.

Estos 3.700.000 representan el 22% del empleo privado argentino, es decir que, 1 de cada 5 personas en el país trabaja en las cadenas agroindustriales.

 

Los resultados arrojan que un 38% de los empleos se genera en la producción, 21% en la agroindustria, 26% en la comercialización (consignatarios de hacienda, acopios y minoristas), 8% en transporte, servicios conexos 4% y maquinaria e insumos 3%.

Las cadenas más importantes en la generacion de empleos son:

  • Frutas, verduras, hortalizas y legumbres 11,9%
  • Bovina 11,4%
  • Soja 10,6%
  • Trigo 10,4%
  • Maíz 6,6%

Para el caso de la cadena bovina se destaca por estar presente casi en la totalidad de las provincias argentinas y por el gran potencial en la generación de puestos de trabajo, sobre todo en la producción primaria. La cadena granaria soja-maíz-trigo acumulan casi 1 millón de puestos de trabajo; en el caso del maíz es una de las cadenas que más insumos usa y el transporte y la logística explican gran parte de los puestos de trabajo, detalló Miazzo.

 

Desafíos para la generación de empleo

Miazzo explicó que pueden ser de tres tipos:

  • Productivos: tienen estrecha relación con la carga impositiva, en particular, con los derechos de exportación, porque si el productor recibe menos dinero “va a poder realizar menos inversiones en fertilizantes, insumos, mejoras, semillas, porque baja la capacidad de inversión”, concentrándose el Estado en generar rentabilidad en las áreas más productivas y dificultando la mejora en las menos productiva. Los límites de financiamiento a la inversión implican la desaparición del crédito a largo plazo, mientras que la falta de previsibilidad en el entorno macroeconómico afecta a la confianza aporta más obstáculos a la generación de inversión y dificultades para la expansión.
  • Mercado: respecto al mercado interno la crisis constante del país genera un claro problema de poder adquisitivo que «no sólo se traduce en un menor poder de compra sino en obstáculos al crecimiento de las cadenas porque tienden a primarizarse en el valor agregado» y en relación a la apertura de mercados externos y la competitividad porque en «momentos de apertura el tipo de cambio real afecta a la competitividad».
  • Empleo: los impuestos al trabajo y las rigideces de las leyes laborales provocan que cualquier empleador “piense dos veces antes de contratar más trabajadores”.

 

 

El economista concluyó afrimando que la cadena agroindustrial «no sólo cumple un rol en la generación de dólares empleo, sino que también se hace de manera distribuida en el territorio nacional».

FUENTE: Agrofy News 

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