La economista Iris Speroni disertó en el Congreso de Carsfe «Tenemos que hablar», y planteó una mirada crítica acerca del esquema extractivo montado sobre el sector. También los intimó a cambiar la actitud.
La economista separó su charla en dos partes: análisis y propuesta. En la primera, opinó que «la gente no sabe nada del campo: hay prejuicios, en la facultad no se estudia. Pero esto no es casual, es adrede, es provocado». En su mirada, esa mala imagen es algo buscado, e incluso «hay mucha gente poniendo dinero para que los productores sean los malos de la película, los codiciosos, los que contaminan. Se escriben libros de texto acerca de esto». Y remarcó que «eso hay que internalizarlo para poder trabajarlo».
Pero no fue siempre así. «Décadas atrás, el campo y sus exportaciones eran aceptados desde los libros escolares como la fuente de prosperidad del país. Había una impronta cultural desde el Estado para visualizar la importancia del sector para el país».
Speroni reconoce que es el sector más dinámico de nuestra economía, al punto que «el régimen político y económico argentino podría llamarse vivamos todos del campo. Sacarle la rentabilidad al campo para transferirla a otros sectores». A los que pagan las campañas electorales, que manejan las carreras de funcionarios funcionales. «Y el dinero vuelve a los sectores que financian la política. Si el campo no se propone financiar la política, siempre quedará excluido».
Precios por la mitad
Por otro lado, explicó que en Argentina los productores no cobran el precio pleno, y eso genera una serie de distorsiones de todo tipo. «El plan es sacarle a ustedes toda la rentabilidad para ponerla en el poder central y darle esa plata a quienes pagan la campañas. El presidente dijo que favorecerá al petróleo, la minería, la pesca y las farmacéuticas, y que lo haría con el esfuerzo del campo».
Según manifestó, el grupo de empresarios que gobierna la Argentina no cambia al cambiar el presidente, y siempre apela a que el sector va a tener que hacer un esfuerzo adicional. «Esto pasa porque ellos ponen plata en las campañas y ustedes no. Es un sistema sólido, que para ellos funciona. Les da estabilidad».
En la charla, opinó que venimos con tipo de cambio atrasado sistemáticamente, «y eso hace que el sector dinámico no reciba el precio pleno (les pagan menos de la mitad). Eso hace que no puedan pagar buenos sueldos ni reinvertir en mejorar la producción ni en su calidad de vida».
Para Speroni, la muzzarela de leche de búfala podría ser un fuerte para Formosa, o el agregado de valor del algodón santafesino. Pero para eso se necesita capital, para lo cual preciso cobrar el precio pleno y no la mitad. «Los políticos lo dicen que lo hacen por la mesa de los argentinos. Esa es una mentida descarada, porque si les importara no la cargarían de impuestos. Las manzanas de Río Negro salen más baratas en Londres o EEUU que en Buenos Aires», disparó.
Esto puede cambiar
A la hora de plantear salidas, se mostró enfática con la importancia de la exportación. «Podemos tener un país que exporte 10 veces lo actual, y con pleno empleo. Pensemos en toda la gente a la que le iría bien con un régimen exportador, pero es un montón de gente que dispondría de dinero y querría acceder a disputarle el poder a estos que están. Siempre gobierna la misma gente, se conocen, confían. Si paso a tener un país exportador cambio el equilibrio de poder, y a los que están no les conviene, prefieren pájaro en mano que 100 volando. Pero para lograrlo, tenemos que tener un tipo de cambio competitivo, imponer la política de tipo de cambio con legisladores que lo entiendan y voten eso. Ellos, y no el presidente, porque así lo dice la Constitución».
Finalmente, reconoció que para lograrlo, hay que tener un plan y poner mucha plata. «El campo solo no lo puede hacer, necesita alianzas y socios, porque las elecciones se ganan con votos y ustedes son 200 mil productores en todo el país». Asociarse con los trabajadores del sector, los transportistas, los comerciantes, y armar una propuesta conjunta con los trabajadores del Estado que cobran salarios pobres. Implica un país para todos y explicárselo a los postergados».
Y apeló a que tengan otra actitud. «La imagen del campo malo es para tener la excusa para robarles, para sacarles su producción a mitad de precio. No pidan que los quieran, pisen fuerte y reclamen un tipo de cambio alto. Saquen impuestos a los alimentos (el trigo es el 6% del valor del pan)».
Chau zona de confort
«No pretendan que los quieran por su esfuerzo o su importancia. A nadie le importan cosas graves que pasan , mucho menos su realidad. El campo le puede dar a la Argentina un país próspero y de buenos salarios. Díganle a los que están: córranse porque hace 10 años que están haciendo las cosas mal y estamos cada vez mas pobres, vamos a poner nuestros representantes para hacer un país próspero para todos. Ocupen lugares en la política. Pongan a sus mujeres y jóvenes en lugares de planificación. Y busquen socios».
FUENTE: Campolitoral